domingo, 15 de noviembre de 2009

¡AYUDA A TU PASTOR!

clip_image001“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros” (1ª Tesalonicenses 5.12).

¿Por qué debes apoyar a tu pastor?

Primero debemos notar que el ministerio en que se ocupa es la voluntad de Dios, y es el mandamiento de Dios que cada creyente asista, apoye, y participe en una buena iglesia local. Simplemente es esencial. Los cristianos que creen que agradan a Dios sin esto ser parte de una iglesia local bajo un pastor, un hombre de Dios llamado a esto, pues, estas personas están muy desorientadas en la vida cristiana, y cómo es el ministerio. Una buena iglesia bíblica es céntrica y esencial en vivir la vida cristiana con éxito en este mundo.

Cada iglesia se define por sus ministros y el ministerio que ellos desempeñan allí. El ministerio clave y lo más importante es lo del pastor. Un buen hombre de Dios como líder y administrador de la iglesia hace toda la diferencia entre algo de gran bendición o una secta.

El ministerio es algo muy difícil. Primero, el trabajo de todos los pastores es de ministrar espiritualmente a su gente. El ministerio es siempre de tratar con problemas espirituales de los miembros, el pastor les ubica en el problema, les exhorta, les regaña cuando es necesario, o les consuela cuando es adecuado. Muchas ovejas muerden a sus pastores cuando su pastor trata de ayudarles espiritualmente.

“Me devuelven mal por bien, y odio por amor” (Salmos 109.5). A la verdad el salmista encontró exactamente lo que nos pasa en el ministerio. Servimos a Dios por medio de servir a los hermanos, y al final, ellos nos tratan mal por nuestro amor, sacrificio, y paciencia.

¿Qué manda Dios respecto a esto?

“Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe” (Hebreos 13.7).

Debemos entender que el trabajo de pastor es de llevar una vida ejemplar para los demás de seguir. Debemos honrarles por su trabajo y sacrificio cuando ellos hacen bien su trabajo. Actualmente lo mejor que puedes dar a tu pastor es de seguirle espiritualmente. No hay mejor regalo que puedes darle. Cuando hay problemas, conflictos, tensión, no hay cosa más dulce que recibir unas palabras de apoyo de los miembros. Cuando hay sermones duros que causan a unos de enojarse y salirse de la iglesia, no hay cosa más alentadora que uno diciendo: “Pastor, siga predicando duro”.

“Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros” (1ª Tesalonicenses 5.12).

Hay una obligación espiritual: que cada cristiano reconozca a los líderes quienes “presiden” sobre nosotros. También debemos recompensar a nuestros ministros con el respeto que ellos merecen por su posición en el evangelio. Simplemente es de hacernos daño a nosotros mismos si les burlamos e insultamos. Luego nuestros niños toman la misma actitud, y después ellos no hacen caso a los ministros y esto causa daño espiritual en sus vidas. Debemos también llamarles “Pastor”, o “Hermano” y no llamarles por su primer nombre.

¿Cómo puedes honrarle y apoyarle?

“Y posad en aquella misma casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa” (Lucas 10.7).

“¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño?” (1ª Corintios 9.7).

Vemos que Dios tiene el principio que sus obreros deben ser sostenidos por las donaciones voluntarias del pueblo de Dios donde ellos laboran. Los ministros deben vivir del evangelio, y no de un trabajo secular o por limosnera. Es la prioridad económica y no hay prioridad en edificios, misioneros, ni otros gastos antes de sus mismos ministros.

“Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos de vosotros lo material?” (1ª Corintios 9.11). “Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio” (v. 14).

“… ni de alforja para el camino, ni de dos túnicas, ni de calzado, ni de bordón; porque el obrero es digno de su alimento” (Mateo 10.10).

“El que es enseñado en la palabra, haga partícipe de toda cosa buena al que lo instruye” (Gálatas 6.6).

“Pues les pareció bueno, y son deudores a ellos; porque si los gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos ministrarles de los materiales” (Romanos 15.27).

Dios mandó que la obra de Dios funcione por medio de hombres de Dios quienes salgan en fe, creyendo que Dios va a proveer para sus necesidades, y que los fieles y maduros cristianos reconozcan esto, y sacrifiquen para que sostener sus ministros. No habla de la necesidad de los ministros, sino habla de una responsabilidad de cada miembro de la iglesia de dar a sus ministros para la obra que hacen, aún que lo necesite o no.

No hablamos de diezmo, sino de cubrir la obligación del ministro de sostenerse. Debe recibir un salario, algo adecuado para una persona de vivir de ello. Además de sus necesidades, debemos dar aunque tienen sus gastos básicos cubiertos. Dios ve cómo tratamos a nuestros ministros, y Dios luego nos trata a nosotros según lo que sembramos en nuestros ministros. Dios nos da igual como nosotros damos a su obra y ministros.

“No os engañéis: Dios no puede ser burlado; pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6.7).

¿Cuánto debemos darle?

Es interesante que los judíos tuvieron la regla de que no pudieron empezar una sinagoga sin tener diez familias en un área en apoyo a ella. Cada familia da un diezmo, entonces allí hay un salario promedio para el ministro. El diezmo del ministro paga para los gastos del edificio. Entre todos se sacrificaron aparte de sus diezmos (ofrendas) para comprar y edificar el edificio, si hay otros gastos.

Recomendaciones para cosas adicionales serán de darles algo aparte de lo esencial para tiempos difíciles y especiales en su vida, y tratar de darles extra en los gastos que tengan relacionados con el ministerio. Pablo les agradó a los de Filipos (Filipenses 4.16) cuando ellos le apoyaron así. Por ejemplo, muchas iglesias le dan a su pastor dinero para gasolina cuando hace visitas, una cuota para comprar libros para sus estudios, y aún para una computadora. A veces le ayudan a comprar un auto, o le ayudan con su renta o gastos médicos.

“Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar” (1ª Timoteo 5.17). “Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario” (v. 18).

Los miembros deben recordar que cualquier obrero va a ministrar inferiormente si padece necesidades y no recibe recompensa de sus labores. Dios exige esto de todos los que reciben servicios y beneficios de los obreros, y Dios condena a todo “empleador” quien no les paga a sus obreros justamente (Malaquías 3.5; Jeremías 22.13; Deuteronomio 24.14; Levítico 19.13).

“Vuestras riquezas están podridas, y vuestras ropas están comidas de polilla. Vuestro oro y plata están enmohecidos; y su moho testificará contra vosotros, y devorará del todo vuestras carnes como fuego. Habéis acumulado tesoros para los días postreros. He aquí, clama el jornal de los obreros que han cosechado vuestras tierras, el cual por engaño no les ha sido pagado por vosotros; y los clamores de los que habían segado han entrado en los oídos del Señor de los ejércitos” (Santiago 5.2-4).

LOS NICOLAÍTAS, ¿QUIÉNES SON?

Pero tienes esto, que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco… Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco” (Apocalipsis 2.6, 15).

Al leer estos pasajes del Apocalipsis, la pregunta que surge es: ¿Cuál es la obra de los nicolaítas que tanto aborrece Dios?

Hay algunos tratados que intentan sugerir que los nicolaítas eran una secta que estaba invadiendo a las iglesias cristianas con costumbres antinomianas y que profesaban el libertinaje. No obstante, muchos tratados históricos y responsables que han abordado este tema descartan tal aseveración.

Para entender la obra de los nicolaítas, es necesario en primer lugar definir el origen de la palabra. Nicolaíta proviene del griego “nico” que significa dominio o conquista sobre otros, y “laos” que significa pueblo, gente común, seglar o laico. De ahí podemos analizar la composición “nicolaos” que viene a ser algo así como dominio sobre el pueblo.

En segundo lugar, es importante considerar el mensaje a las siete iglesias de Asia Menor detallado en Apocalipsis capítulos 2 y 3.

Históricamente se ha interpretado que el mensaje a las siete iglesias, denota el estado espiritual que ha vivido la iglesia a través de la historia, desde los apóstoles hasta la venida del Señor.

La mención de los nicolaítas, Dios la hace en dos iglesias, Éfeso y Pérgamo. En el caso de Éfeso, es un reconocimiento al rechazo de la obra de los nicolaítas, pero en Pérgamo es una dura reprensión a acoger la doctrina de los nicolaítas. Esto nos permite inferir que en esa iglesia, se había consolidado aquella corriente de pensamiento.

¿Cuál es la obra o doctrina de los nicolaítas?

La carta a Éfeso representa el inicio de la iglesia desde el día de Pentecostés, mientras que la carta a Pérgamo nos muestra la decadencia espiritual de la iglesia. Éfeso significa “deseada”, pero Pérgamo significa “casamiento”.

La deseada iglesia de Cristo había decaído hasta llegar al punto de olvidar su compromiso con su Señor y definitivamente contraer matrimonio con otro. La pregunta que brota inevitablemente es ¿Con quien se casó la iglesia de Pérgamo?

Para responder esta pregunta, es imprescindible considerar lo que el Señor le dice a esta iglesia: “Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás” (Apocalipsis 2.13).

La Biblia es sumamente clara en precisarnos que el trono de Satanás no está en el cielo ni en el infierno, sino que en el mundo. El Señor Jesucristo lo dijo con plena claridad: “No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí” (Juan 14.30).

Considerando esto, ya podemos saber con quien se casó la iglesia de Pérgamo. Ella no considera que deba estar alejada del mundo y a salir de él. Ella mora en el mundo y mora donde está el trono del mismo diablo.

Pérgamo tipifica al compromiso que la iglesia asumió con el estado y con el mundo. Las convicciones se habían echado por tierra a fin de agradar al mundo por sobre los mandatos del Señor.

Muchos ubican el período de esta iglesia aproximadamente por el año 320 d.C., en pleno gobierno de Constantino, quien por primera vez institucionaliza el concepto de césaro–papismo, o sea la presencia de un líder político y religioso, que en la actualidad se conoce como papa.

La obra y doctrina de los nicolaítas, consistió en jerarquizar a la iglesia, destruyendo el armazón horizontal, para levantar uno piramidal. Esa es la obra y doctrina que tanto aborrece el Señor.

Así nace el clero (Nico) y el laicado (Laos). Una casta clerical con privilegios especiales, fuerte vínculo con el césar y un evidente dominio sobre el resto del pueblo (laicos).  Los nicolaítas comenzaron a dividir al pueblo de Dios en dos grupos: los clérigos que eran personas “apartadas”, doctas, espirituales y con privilegios, y los laicos que correspondían al resto del pueblo.

Desde aquel tiempo comienza esa estructura piramidal dentro de la iglesia, aún no teniendo asidero en las santas escrituras. La sencillez de la iglesia, se vio paulatinamente reemplazada por una institución organizada con jerarquías y con moldes seculares y paganos extraídos del romanismo. En otras palabras, era el nacimiento de la iglesia de Roma.

Desde siempre la organización del hombre ha buscado una estructura piramidal. Recordemos la experiencia de la torre de Babel (Génesis 11) o el de la misma solicitud del pueblo en el tiempo de Samuel, cuando se revela un desprecio por la teocracia y un anhelo por la monarquía según el molde mundano.

La jerarquía es un mal enquistado en el corazón del hombre. Es un molde conforme a la naturaleza pecaminosa. Así lo revela la necia solicitud de la madre de los hijos de Zebedeo (Mateo 20.20-28) ante lo cual nuestro Señor Jesucristo responde: “… Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo” (Mateo 20.25-27).

Tal como lo declara nuestro Señor Jesucristo en el pasaje citado, la jerarquía produce un enseñoramiento y él no quiere eso de su pueblo. Las jerarquías son propias del hombre caído y no de la voluntad de Dios.

A Dios jamás le han agradado las jerarquías, de ahí que su sentir frente a la doctrina de los nicolaítas es considerado como aborrecible. La revelación de la escritura nos muestra que el anhelo de Dios es estar en medio y no sobre su pueblo. Ciertamente el pecado lo arruinó todo; cuando Adán y Eva desobedecieron, se creó una gran brecha que más tarde vino a eliminar nuestro amado Salvador y Señor Jesucristo.

Cuando observamos la casta sacerdotal en el antiguo pacto, parecería que Dios hubiera instituido una jerarquía eclesiástica. El sumo sacerdote era superior al sacerdote. Uno puede entrar al Lugar Santísimo, pero el otro sólo hasta el altar del incienso. No obstante, debemos considerar que el sacerdocio nunca fue la imagen misma de las cosas conforme al pleno agrado de Dios, sino que sombras, emblemas y símbolos de lo que había de venir. Cristo terminó con eso, rasgando el velo del templo y abriendo el Lugar Santísimo para darle acceso directo a Dios a cualquier pecador que transita por medio del sacrificio de la cruz del Gólgota.

En el Nuevo Testamento, la instrucción de los ministerios y dones del Espíritu Santo expresados en las cartas de Pablo a los Romanos, Corintios o Efesios, y lo dicho por el apóstol Pedro en su primera epístola, de ninguna manera enseñan la jerarquía en la iglesia, por el contrario, se enfatiza la igualdad de importancia en cada uno de los miembros de la asamblea. Es decir, se deja en claro que tanto el obispo como el que sirve a las mesas, tiene la misma importancia, y no son parte de un escalafón jerárquico como lo vemos en la actualidad.

Nuestro Señor Jesucristo lo enseñó con tanta precisión, veamos: “… aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas, y que los hombres los llamen: Rabí, Rabí. Pero vosotros no queráis que os llamen Rabí; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo, y todos vosotros sois hermanos. Y no llaméis padre vuestro a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que está en los cielos. Ni seáis llamados maestros; porque uno es vuestro Maestro, el Cristo. El que es el mayor de vosotros, sea vuestro siervo” (Mateo 23.6-11).

El texto es suficientemente decidor. Dios no desea las jerarquías entre los hermanos. Los fariseos eran una casta que se arrogaba el privilegio de servir a Dios y de sentirse mejores o más importantes que los demás. Cristo condenó abiertamente aquella postura hipócrita y que no dista tanto de lo que pasa en la actualidad en la iglesia evangélica. Parece que pasajes tan categóricos como el citado, se han extinguido de los púlpitos así como por encanto.

Hoy, el término “ministro” es como un grado jerárquico, y la feligresía actúa frente a los tales como si fueran algo así como seres angélicos. Esto es el legado del nicolaísmo. El clero por sobre los laicos.

El apóstol Pedro, tan manipulado por la iglesia de Roma, jamás actuó como los “ministros” de la actualidad, menos como el papa del Vaticano. Recordemos como corrigió aquella recepción dada en la casa de Cornelio: “Cuando Pedro entró, salió Cornelio a recibirle, y postrándose a sus pies, adoró. Mas Pedro le levantó, diciendo: Levántate, pues yo mismo también soy hombre” (Hechos 10.25-26).

La actitud de Cornelio, es propia al de todo ser humano que no tiene conocimiento de Dios. Es la clásica actitud religiosa que pretende hacer “dioses” de los hombres. Desde tiempos remotos, el hombre ha elevado a los altares a individuos que han demostrado rasgos de piedad y de espiritualidad, y no me refiero exclusivamente a la iglesia de Roma, sino que a antiguas religiones y culturas paganas como el budismo, el zoroastrismo, el Islam, etc. Lo triste e increíble, es ver que la iglesia evangélica también muestras aristas muy similares a esta costumbre humana y que Dios aborrece.

La jerarquía dentro de la iglesia evangélica

Muchos de los “ministros” de la iglesia actual no conformes con la herencia del nicolaísmo al dividir la membrecía entre clero y laicos, han subdividido los ministerios en rangos jerárquicos.

Por ejemplo, ahora el obispo es superior al pastor. Esto, no solamente es un insulto a la enseñanza bíblica, sino que un atentado al intelecto. En la Biblia, los términos anciano, pastor u obispo indican absolutamente el mismo oficio, y nunca expresan un rango jerárquico. Es una presunción antibíblica enseñar que entre los ministerios existe un escalafón jerárquico. Esto revela la búsqueda de algunas personas vanidosas que desean estar sobre los demás. Es muy frecuente encontrar a conocidos pastores, y que ahora se proclaman obispos, como si aquello los elevara de rango.

Veamos lo que enseña Pedro al respecto: “Ruego a los ancianos que están entre vosotros… apacentad la grey de Dios que está entre vosotros” (1ª Pedro 5.1-2).

Las palabras de Pedro son exageradamente claras: los ancianos u obispos (es exactamente lo mismo) no están sobre la grey como lo reclama el nicolaísmo, sino que “entre” ellos. La función del pastor no es establecer una dictadura hegemónica e infalible, sino que servir entre los hermanos. Si aún no es suficiente este argumento, sigamos leyendo a Pedro: “… no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey” (1ª Pedro 5.3).

La palabra señorío ya había sido advertida por el Señor Jesucristo en Mateo 20.25-27, y es una característica propia del mundo y no de la que debiera existir entre los hermanos.

Recordemos la instrucción dada por Dios a Moisés respecto a la construcción del altar: “No subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él” (Éxodo 20.26).

La palabra jerarquía denota una estructura escalonada y ascendente, que sitúa a personas u otras cosas en un orden según su importancia. El texto de Éxodo, nos revela que Dios prohíbe al hombre subir por gradas en su altar y elevarse por sobre los demás, porque lo único que quedará al descubierto es su desnudez.

Es eso lo que justamente pasa cuando un individuo se pone por sobre sus semejantes: las deficiencias y bajezas quedan al descubierto. Cuando la lupa es fijada en los hombres, sólo podremos observar imperfecciones, pero si la fijamos en la persona de Cristo, sólo descubriremos impecable perfección. El nicolaísmo pretende eclipsar al único que debe estar sobre nosotros: a nuestro Señor Jesucristo.

Las gradas son la clásica estructura de los templos evangélicos de la actualidad. Muy semejantes a las capillas y catedrales romanistas, exhiben imponentes altares y ostentosos sitiales (Luis XV) para el clero por sobre la altura de los laicos. ¿Por qué ocurre esto? La respuesta es simple: es el legado del nicolaísmo dentro de la iglesia.

El clero y sus distintivos especiales

No conforme con la organización dividida entre el clero y los laicos, los seguidores del pensamiento nicolaíta, también incorporaron a sus formas, el uso de atuendos que los distinguían de lo seglar.

Se instituye el uso de sotanas, pectorales y de cuello clerical al más puro ejemplo de la iglesia de Roma. Ellos dicen que aquellas vestimentas los distinguen como “siervos de Cristo”, pero en el fondo no es más que una cómoda conservación de costumbres religiosas y a veces, una vanidosa satisfacción de sentirse distintos a los demás.

Los fariseos ya tenían esta costumbre de distinguirse de los demás utilizando atuendos extravagantes, y justificaban aquella forma de vestir, interpretando literalmente pasajes de la Toráh. El Señor Jesucristo habló categóricamente al respecto: “Antes, hacen todas sus obras para ser vistos por los hombres. Pues ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman los primeros asientos en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas” (Mateo 23.5-6).

Recuerdo una inauguración de un templo evangélico cuyos asientos estaban divididos entre el clero y los laicos. Obispos y pastores en los primeros asientos, diáconos y “el resto” en la galería. ¿No es eso justamente lo que el Señor objeta en el texto citado anteriormente?

Un conocido hermano español, dijo una vez: “No existe más grande título para alguien, que el de hermano”. No obstante, hoy el título de sólo “hermano” no satisface, y los nombres deben ir precedidos por prefijos tales como reverendo, obispo, doctor u otro término que lo diferencie de los laicos.

Lo curioso de todo esto, es que a las mismas membrecías o “laicos”, pareciera que les fascinara esta forma de organización, pues de ellos mismos salen expresiones tales como: “mi obispo”, “mi pastor”, “ministro”, etc., y sus comportamientos no distan mucho de lo que ocurre en el mundo católico.

Por favor no mal interpretar

Esta observación que es comprobada y avalada por la historia de la iglesia y también por hombres sencillos y fieles al Señor, no persigue el restar importancia a los ministros ni a los diversos ministerios. Por el contrario, nuestra convicción es que el cuerpo de Cristo que es la iglesia, se compone de miembros con diversas funciones, todas con el mismo valor y todas sometidas entre sí. Nadie es más importante ni nadie es inferior a otro (1ª Corintios 12.1-31).

Los pastores cuidan el rebaño, los maestros enseñan, los evangelistas predican la buena nueva, los diáconos sirven, y todos se someten recíprocamente sin necesidad de que exista una jerarquía nicolaíta.

El llamado es a reivindicar el sentir de la iglesia de Éfeso; aborrecer la obra de los nicolaítas y desaprobar el enseñoramiento de algunos que piensan que porque ejercen tal o cual oficio en las iglesia, son mayores que los demás.

Esta reprobación y advertencia, ya estaba analizada en detalle por el apóstol Juan en su tercera epístola; veamos: “Yo he escrito a la iglesia; pero Diótrefes, al cual le gusta tener el primer lugar entre ellos, no nos recibe. Por esta causa, si yo fuere, recordaré las obras que hace parloteando con palabras malignas contra nosotros; y no contento con estas cosas, no recibe a los hermanos, y a los que quieren recibirlos se lo prohíbe, y los expulsa de la iglesia” (3ª Juan 9-10).

Juan acusa categóricamente a este Diótrefes, revelando su altanería y soberbia osadía al pretender ponerse por sobre los demás. La iglesia de Cristo, siempre ha tenido que ver el surgimiento de hombres que luego de un tiempo se ensoberbecen e implantan una hegemonía destructiva y totalmente alejada de la voluntad de Dios. Esa es la repudiable actitud del nicolaísmo que tanto mal ha traído al pueblo de Dios.

A manera de conclusión

Finalmente, es necesario precisar una vez más que todo este breve estudio no tiene el propósito de fomentar el desorden o de restar importancia a los hermanos que nos presiden en nuestras asambleas, eso sería algo inaceptable. El objetivo es informar acerca del origen extra bíblico del sistema nicolaíta y de cultivar en nuestras congregaciones la sencillez de la iglesia primitiva que tanto se ha perdido en la actualidad.

Hoy existen muchos hermanos sinceros que derraman lágrimas por el trato arrogante de aquellos que se auto proclaman “los ungidos” en cuyas corporaciones existen estas jerarquías eclesiásticas tan aborrecidas por el Señor según lo ya tratado en este estudio.

El deber del creyente que desea agradar a Cristo, es obedecer a los hermanos que nos presiden, a los pastores y líderes, pero aquello no tiene ninguna relación con defender la existencia de jerarquías dentro de la iglesia, aceptando castas clericales y grupos laicos en la membrecía.

Que Dios nos ayude a cultivar en nuestras congregaciones aquel sentir que hubo también en Cristo Jesús, es decir, considerar al otro, como superior a uno mismo (Filipenses 2.3) y no teniendo más alto concepto de sí que el que debemos tener (Romanos 12.3).

Que la gracia de nuestro amado Señor y Salvador Jesucristo sea con todos, amén.

PERDONAR NO ES FÁCIL… PERO ES NECESARIO

Nosotros, los ministros del Señor, ¡somos humanos! Vaya noticia, y no lo digo porque no lo sabemos sino para recordar que seguimos metidos en este cuerpo de muerte con todas las luchas de la carne.

No es fácil perdonar aunque seamos ministros embajadores del excelentísimo Señor Jesús.

Vivimos permanentemente una lucha donde se contrapone el querer hacer el bien con las ganas de condenar a nuestros enemigos. Sabemos lo que tenemos que hacer pero nos cuesta practicarlo.

Unas estadísticas norteamericanas indican un gran índice de mortandad por ataques de corazón entre los ministros cristianos; por eso las aseguradoras prefieren no cubrir las vidas de estos “obreros” del Reino o lo hacen con un costo sobre elevado.

Los ministros vivimos más para otros que para nosotros y eso hace que nos demos por entero a las necesidades de nuestros hermanos. Casi nos vemos obligados a ser perfectos en amor y buenas obras. Nunca podemos enojarnos, nunca podemos amargarnos, nunca podemos demostrar lo que sentimos en público y siempre debemos afrontar todo con una sonrisa que diga: “todo me resbala”; pero eso no es cierto, las cosas malas nos afectan como a todos, los reproches, las habladurías, las mentiras, las traiciones, y, como todos, también tenemos ganas de explotar alguna vez. Así le sucedió al pastor Benny Hinn quien se lanzó en maldiciones contra sus detractores públicamente (véalo en Youtube.com), luego tuvo que arrepentirse por haber explotado, aunque tuviera razón.

“Mientras callé se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día” (Salmo 32.3). La falta de perdón nos afecta y si no nos sabemos perdonados también.

Mientras callamos nuestro ser interior se resiente. Lo que fue una falta se convierte en dolor, el dolor en resentimiento y este se transforma en odio. Por eso el perdón es una medicina para nuestro cuerpo, es una liberación necesaria para todo ser humano. Es sabido que la artritis reumatoide se debe, en muchos casos, al odio o resentimiento que guarda la persona hacia alguien. La amargura de nuestra alma puede matarnos, seamos libres. Confesemos nuestro dolor en la presencia del Señor Jesús, hablemos con él, descarguemos nuestra alma en su presencia, volquemos todo nuestro sentir sin guardarnos nada, él lo sabe, nos ve, nos comprende y nos sana. Háblale de tu dolor, no lo calles.

En el “Padrenuestro” (Mateo 6.12) se dice: “Perdónanos el mal que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado a los que nos han hecho mal”. Pero en el v. 15 leemos: “pero si no perdonan a otros, tampoco su Padre les perdonará a ustedes sus pecados”. Es simplemente una cuestión de salud física y mental. Debemos perdonar para ser sanos, aunque eso no sea fácil.

Pero, ¿cómo podemos perdonar y olvidar?, humanamente es muy difícil pero si dejamos que el Espíritu Santo nos ministre tendremos la paz necesaria y las fuerzas suficientes para perdonar. Primero, porque en nuestro lugar de oración recibimos el perdón del Padre, nos vemos como somos y descubrimos que vivimos por gracia y misericordia de Dios, luego comenzamos a mirar a Jesús, crucificado sólo por ser santo y recordamos sus palabras: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen”, y entonces algo sucede con lo que sentimos por nuestros enemigos, algo cambia, algo se rompe y empezamos a bendecir perdonándolos en nuestro corazón. Cada vez que el recuerdo vuelve, volvemos a perdonar y a bendecir, no basta sólo con decir “te perdono”, sino decir támbien “te bendigo”. Al cabo de un tiempo sentiremos que podemos recordar sin dolor, que al mencionar el nombre de nuestro “enemigo” sentimos paz y lo vemos como algo pasado y lejano. Si algún día lees mi testimonio sabrás por qué digo esto.

Lo más triste es tener como adversarios a nuestros propios colegas ministeriales, pero si somos maduros entenderemos que ninguno está obligado a pensar como nosotros, que cada uno es libre de ver las cosas diferentes y actuar de manera diferente. Aún si somos criticados por ellos, con o sin razón, podemos perdonarles y actuar comprensivamente hacia su actitud orando por ellos en nuestro “cuarto secreto”, allí vendrán las fuerzas necesarias para hacerlo. Si bendecimos, sembramos bendición propia para nuestro futuro, lo que hacemos por otros lo recibiremos más tarde porque nadie está libre de pecado para tirar la primera piedra, pero todos somos perdonados cada día como para saber perdonar.

Aún cuando tengamos que reprender actitudes, poner orden y corregir defectos en nuestras congregaciones y a nuestros hijos espirituales, deberíamos hacerlo desde un corazón conciliador, misericordioso, perdonador y restaurador, aunque debemos ser firmes y sin dobleces, pero… eso ya es para otra charla.

¿CUÁL ES TU IDENTIDAD “MARINA”?

Hay dos mares en Palestina. Uno es fresco y lleno de peces, hermosas plantas adornan sus orillas; los árboles extienden sus ramas sobre él y alargan sus sedientas raíces para beber sus saludables aguas y en sus playas los niños juegan.

clip_image002El río Jordán hace este mar con burbujeantes aguas de las colinas, que ríen en el atardecer. Los hombres construyen sus casas en la cercanía y los pájaros sus nidos, y toda clase de vida es feliz de estar allí.

El río Jordán corre hacia el sur a otro mar, aquí no hay trazas de vida, ni murmullos de hojas, ni canto de pájaros, ni risas de niños.

Los viajeros escogen otra ruta, solamente por urgencia lo cruzan. El aire es espeso sobre sus aguas y ningún hombre ni bestias, ni aves, beben de ella.

¿Qué hace esta gran diferencia entre mares vecinos? No es el río Jordán. Él lleva la misma agua a los dos. No es el suelo sobre el que están, ni el campo que los rodea.

La diferencia es esta: el mar de Galilea recibe al río pero no lo retiene. Por cada gota que a él llega, otra sale. El otro mar retiene su ingreso y cada gota que llega, allí queda. Le llaman Mar Muerto.

¡Qué gran ejemplo que nos da Dios a través de la naturaleza! Aprendamos a ser canal de bendición para otros, si Dios nos bendice con su amor, demos amor a los que nos rodean; si él nos da perdón ofrezcamos perdón. Todos hemos recibido algo directamente del cielo para continuar fluyendo hacia los demás, no permitas que se estanque allí.

Más importante en esta vida que ganar solo, es ayudar a otros a vencer también. Aunque eso implique disminuir el paso o cambiar el curso: “Más bienaventurada cosa es dar que recibir” (Hechos 20.35).

“Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir” (Lucas 6.38).

viernes, 6 de noviembre de 2009

¿QUÉ ES EL HALLOWEEN?

clip_image002Halloween es una fiesta pagana y tiene como objetivo la diversión y practicar el satanismo. Por eso es el uso de disfraces y caretas de monstruos, brujas, esqueletos, duendes, zombis, fantasmas, diablos y otros similares. Incluyendo objetos simbólicos de prácticas y ceremonias de brujería y satanismo, tales como: velas, calabazas, escobas, brujas, calaveras, ollas, espantapájaros, otros.

Fechas del calendario satánico utilizados en esta celebración

FECHA

ACONTECIMIENTO

Setiembre 05 al 30

Ayunan para buscar la voluntad de Satanás

Setiembre 27

Elección de sacerdotes confesores para escritos en el libro del “macho cabrío”

Octubre 04

Ritual para maldecir el cuerpo de Cristo

Octubre 15 al 20

Reunión para preparar el día del Sanhaim

Octubre 21 al 25

Reflexión, disciplina, ayunos y mantras

Octubre 26

Ritos tradicionales

Octubre 27

Confesión de los males en contra de Satanás

Octubre 28

Bendicen a los integrantes de los grupos satánicos

Octubre 29

Ordenan a los ministros del rock, músicos, “managers”, promotores, etc.

Octubre 30

Ritos bautismales, maldicen cualquier contacto que hayan tenido con cualquier cristiano, luego se bautizan con agua de alcantarilla, sangre de niños y de adultos sacrificados

Octubre 31

Inscripción en el libro del macho cabrío, comienza para ellos el año satánico, se invoca el poder total de Belcebú, Nostradamus y otros demonios

Noviembre 01

Se sella a los satanistas, a los espíritus de los muertos para sacarlos del purgatorio

Noviembre 02 al 09

Semana de las bodas a Satanás

LA VERDAD DE  HALLOWEEN

Introducción

Es un festival en el que se dice que ocurrían las siguientes actividades: se practicaba la adivinación; hadas, brujas y duendes atormentaban a las personas en el campo y los Druidas demandaban contribuciones de comida.

La celebración de Samhai continuó, y en 834 d.C., el Papa Gregorio IV instituyó el día de Todos los Santos, o de las brujas, como una fiesta cristiana, esperando así eliminar el Samhai, lo cual no sucedió. Durante la Reforma, el día de Todos los Santos fue rechazado por el protestantismo. A pesar de los muchos intentos por parte de la iglesia de destruir estas prácticas paganas aún hoy han sobrevivido.

Aunque en la actualidad muchas personas se resisten a aceptar que la brujería todavía existe, la misma está en vigencia. ¿Superstición, superchería, creencias místicas que nos llevan a la Edad Media? ¿Juegos de niños que se celebran el 31 de octubre?

El hombre moderno cree en los demonios y espíritus de maldad, sin embargo, debemos entender que en el universo (mundo invisible) existen dos fuentes de conocimiento, y el hecho de que usted lo acepte o no, no altera esta realidad.

En este caso, el peor enemigo del hombre es ¡la ignorancia! y Satanás quiere que ignoremos sus maquinaciones, y éstas se pueden vencer por medio del conocimiento. Por esta razón hemos preparado este material para que el creyente conozca en qué terreno se está involucrando en esta celebración.

Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento” (Oseas 4.6). “Para que Satanás no gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones” (2ª Corintios 2.11).

El 31 de Octubre

Halloween es un día de fiesta disfrazado y si le quitamos la máscara encontraremos cosas difíciles de creer en cuanto a una diversión sana se refiere, esto es lo que Satanás nos ha querido hacer creer, ya que él es padre de mentira y ha logrado engañar a la gente con el verdadero sentido de su celebración.

En 2ª Corintios 11.14 la Biblia nos enseña que: “… y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz”. Esta es una época de diversión ya que el sistema del mundo nos lo ha hecho creer así; se presta para gozar, disfrutar de una fiesta de amigos, participar en concurso de disfraces, es la oportunidad de convertirse en brujas, fantasmas, pitufos, duendes, aunque sea por una noche de oportunidad única en todo el año, para tocar las puertas de personas desconocidas y pedirles dulces y frutas. Los más audaces visitan casas encantadas, otros ven películas de terror y otros inclusive visitan a media noche cementerios o reuniones espiritistas con la intención de contactar con los espíritus de los muertos.

Las escuelas públicas son uno de los grandes promotores, incluso dan más énfasis a esta celebración que al día de la independencia. Los comerciantes aprovechan esta fecha para lanzar al mercado ofertas de confites con mensajes alusivos al ocultismo.

El 20% de las películas son de terror. Muchos afirman que es ciencia ficción, pero algunos de ellos contratan satanistas para que les ayuden a reproducir auténticamente los ritos, ceremonias, maldiciones, sacrificios, que se muestran en estas películas. El fruto de todo esto se ve reflejado en el comportamiento de algunos adolescentes que han cometido crímenes en conexión con el satanismo. Ante estas costumbres surgen varias interrogantes: ¿Cómo se festeja? ¿Qué es realmente? ¿De dónde viene? ¿Por qué hace énfasis en todo lo relacionado con la muerte y el ocultismo?

¿Cómo se originó?

El haber escogido la fecha del 31 de octubre no es mera coincidencia. El 31 de octubre es la fecha de uno de los cuatro grandes aquelarres, los cuatro días de “medio trimestre” del calendario céltico. El primero de ellos, el 2 de febrero (o Imbolc) es el festival de la luz, de la luz de la sabiduría y el conocimiento, de la luz de la curación y de la luz del fuego, también conocido en los países anglosajones como “Día de la Marmota”; festejaba a Brigit, diosa pagana del fuego, patrona de la orfebrería, de la poesía y de la sanación.

El segundo, un festival en mayo llamado Beltane, era entre los brujos el tiempo de la siembra. Este día, los druidas realizaban ritos mágicos para estimular el crecimiento de los cultivos. El tercero era un festival de las cosechas, en agosto. Lammas es el nombre cristiano que se utilizó en el Medioevo y significa “mucho pan”, debido a que este día se horneaban hogazas de pan con los primeros granos cosechados y se dejaban en los altares de los templos como ofrenda en honor del dios del sol, Lugh, el nombre irlandés del dios solar celta conocido como Lleu en Gales y como Lugos en Francia.

Estos tres primeros días de medio trimestre señalaban el paso de las estaciones, el tiempo de la siembra y el tiempo de la cosecha, así como el momento de la muerte y renacimiento de la tierra. El último de ellos, Samhai, señalaba la llegada del invierno.

En esa ocasión, los antiguos druidas efectuaban ritos en los cuales un caldero simbolizaba la abundancia de la diosa. Se decía que era una ocasión neutral e intermedia, una temporada sagrada de superstición y de conjuro de espíritus. Se piensa que el 31 de octubre era la noche en que el velo de los espíritus de los muertos y los vivos era más delgado.

Había que aplacarlos o “hacerles un regalo”, pues de otro modo les harían diabluras a los vivos. En las cimas de las colinas se encendían grandes hogueras para ahuyentar a los espíritus malos y aplacar a las potestades sobrenaturales que regían los procesos de la naturaleza.  Más recientemente, los inmigrantes europeos, especialmente los irlandeses, introdujeron en los Estados Unidos la celebración de halloween.

A finales del siglo XIX sus costumbres se habían popularizado. Era ocasión de volcar los excusados, de hacer daños a la propiedad, y de darse licencia de cometer fechorías que no se podían tolerar en otros momentos del año.

Hoy día, halloween es día de publicidad para los comerciantes. Es una noche en que las personas decentes se convierten en exhibicionistas insolentes. El 60% de los disfraces de halloween se venden a los adultos.

El 31 de octubre, para los lectores psíquicos, los clarividentes y los visionarios autoproclamados, es el momento más ocupado del año. Una de cada cuatro personas entre los 18 y los 40 años de edad se disfraza de algo. Los que publican libros sobre temas que van desde la astrología hasta la brujería, indican un dramático aumento en las ventas.

La población de Salem, en Massachusetts, Estados Unidos, que se precia ser la patria de la brujería norteamericana, celebra ahora una “fiesta de espantos” la noche de halloween, para extender su temporada turística de verano.

El Halloween es una tradición europea y se le atribuía a los celtas quienes poblaban la antigua Inglaterra, Irlanda y el norte de Francia; estos pueblos celebraban en el último día de octubre, el fin de año con el festival de Samhain a quien consideraban como “el señor de la muerte”.

Los celtas creían que el Samhain permitía a las almas de los muertos que regresaran a sus casas en esa noche y pensaban que demonios, fantasmas y gatos negros deambulaban por todas partes.

Durante el festival de los druidas (quienes eran sacerdotes y maestros de los celtas) se ordenaba a los pobladores que encendieran una fogata en sus casas entre tanto que ellos encendían otra gigantesca en lo alto de las colinas. La palabra druida proviene del griego “cuadrus”, que significa “sabio del roble”.

El énfasis de las hogueras se debe a que los druidas tienen la creencia que al quemar un viejo roble, éste reencarnaría en un sacerdote druida; en el roble crecían las plantas llamadas muérdago (que se utilizaban para ceremonias secretas). Ellos tenían la creencia de que eran uno con la naturaleza.  La cultura de los celtas de dividían en clases: Nobles, Sacerdotes, Maestros, Comunes.

En 1717 se reunieron todos los druidas de Europa para inaugurar de nuevo el druidismo. Entre ellos existían los llamados “covens”, quienes eran doce brujas y un sacerdote, los cuales tenían la creencia de adorar a Baal (rey de los demonios de éste). A lo largo de la celebración, algunas personas se vestían con disfraces hechos con pieles y cabezas de animales sacrificados. También se cree que ellos obtenían sus sacrificios de los mismos pobladores del lugar.

Se cree que recorrían casa por casa pidiendo un niño o una virgen para quemarlo en la gran fogata, los sacerdotes dejaban una fruta con una vela en su interior para prevenir que los demonios entraran y mataran a quienes habitaban ahí, a esto se le consideraba un trato. Si la familia se negaba a satisfacer la demanda, entonces los sacerdotes marcaban la puerta de la casa y esa noche Satanás tenía entrada libre para destruirlos, esto era conocido como “la treta” o “trato”. Este tiempo es considerado idóneo para complacer y reconciliar a los poderes sobrenaturales que creían que dominaban la naturaleza, y se pensaba que no existía mejor época en todo el año para practicar la adivinación y hechicería.

Debido a que los romanos tuvieron dominio sobre los celtas por 400 años, sus festivales se fueron fusionando poco a poco, facilitando esto el hecho que los romanos tuvieran dos rituales a fin del otoño, uno de los muertos y otro a su dios de los árboles y de las frutas.

La tradición celta entró con mayor fuerza en el siglo VIII cuando la iglesia católica romana estableció el primero de noviembre como el día de Todos los Santos. Así la noche anterior se realizaba el festival de Samhain, por eso a esta noche se le empezó a denominar “víspera de todos los santos”.

Se celebraba originalmente en mayo, pero a finales del siglo IX se pasó al 1º de noviembre para contrarrestar la fiesta pagana, aunque a la víspera del 31 de octubre se le llamaba víspera de los fieles difuntos.

La palabra halloween surgió después de que la iglesia católica sometiera esta fecha a la cristiandad. “All Hallows Eve”, “All Hallows Day”. Se cree que de ahí se derivó la palabra halloween que se utiliza para referirse a esta costumbre.

Lo que en realidad en el fondo podemos decir, y que lo oculto de esto, es “sea Satanás reverenciado o enaltecido”. Entre los druidas hay gran cantidad de personas que están adheridas a los grupos ecologistas, ya que los druidas decían que eran uno con la naturaleza.

¿Cuál es su propósito actual?

A luz de este repaso histórico examinaremos actividades y prácticas actuales asociadas a este día de las brujas:

  • La fecha del 31 de octubre, es una fiesta pagana, durante la cual se practicaba mucho más que la adivinación, según se ha expuesto
  • Las máscaras y los disfraces son usados para ocultar la verdadera identidad de los niños, quienes son obligados a salir y copiar los actos de trampería y de hostigamiento, previamente atribuidas a hadas, brujas y duendes
  • El simple trato es una exigencia de contribución de alimentos, lo cual está claramente relacionado con las exigencias de los druidas
  • Los posters comprados o dibujados por los niños con brujas sobre escobas pasando al frente de la luna muestran a estos seres en camino a un culto especial de Satanás
  • Las calabazas talladas con el rostro de una persona están relacionadas con las máscaras de muerte utilizadas por los druidas durante el Samhain. La luz que se coloca para iluminar por dentro era para iluminar el camino, para disuadir a los espíritus que vinieran a asustar a los cansados caminantes
  • Todo el concepto detrás del día de las brujas está relacionado con las tinieblas, la muerte, el temor, el engaño, los ritos paganos y el satanismo

El ladrón no vino sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que tengan en abundancia” (Juan 10.10). Cada año se incrementa más el satanismo dentro de esta celebración. En Inglaterra se realizan sacrificios honrando al dios de la muerte, eligen la reina de las brujas en la iglesia de la magia negra. La elegida obtiene fama, fortuna y poderes psíquicos para hacer maldades. En este país el número de creyentes es casi igual al número de brujos.

En Costa Rica, principalmente en los lugares altos de Escazú, Alajuelita, el Monte de la Cruz, Tres Ríos y las montañas de Heredia han encontrado restos de animales y de humanos que han sido degollados en preparación para este día.

En el caso de las personas quienes lo celebran “inocentemente”, abren puertas al ocultismo y quedan pactados. Personas sin escrúpulos esconden solapadamente afiladas cuchillas dentro de las frutas, también regalan caramelos envenenados y hasta agujas usadas para drogas.

Para estas fechas ya se han sacrificado aproximadamente 80 mil niños para Satanás. Para principios de los 90’s Satanás había exigido que en todos los grupos suyos se debían realizar sacrificios humanos diariamente. Su meta es lograr un sacrificio humano cada segundo.

Se cree que según la categoría de sacrificio se recibe poder. Por ejemplo, la ofrenda mínima para recibirlo es un animal, la mayor que pueden hacer en vida es asesinar a un ser humano y la mayor es el auto sacrificio (muchos ya lo han hecho). El 50% de los desaparecidos en los EE.UU. se conectan con el satanismo.

Actualmente la celebración de halloween es el último de los rituales que se realizan por 6 semanas consecutivas. En la primera de éstas, se juntan brujos cantando “666″, hasta que cada participante puede ver la cara misma de Satanás. En la segunda semana, ellos sacrifican un animal pequeño, posiblemente un pájaro o un gato. En la tercera semana un animal grande, algo así como un perro o un cordero son ofrecidos en sacrificio. En la cuarta semana debe sacrificarse un cabrío con los cuernos más grandes que ellos puedan encontrar. Después de sacrificarlo, la cabeza deben ponerla en alto, como símbolo de la perfección de Satanás. La quinta semana, ellos sacrificarán a un niño pequeño o un adolescente. La víctima es regularmente ofrecida por una mujer del grupo, porque de esta manera la muerte de su hijo no será publicada. Si el niño que ha sido ofrecido no nace a tiempo, lo nacen por cesárea. Si no hubiera niños dentro del grupo roban uno o lo compran en el mercado negro. La policía misma reporta un incremento de los niños desaparecidos en esas fechas.  Este ritual es una blasfemia, porque al infante lo ofrecen como el niño Jesús; después de la muerte del niño, los satanistas estarán comiendo pedazos de su corazón y bebiendo un poco de su sangre. La noche del halloween es la sexta semana de estas fiestas, en la cual se acostumbra el sacrificio a una persona adulta, especialmente a la madre del niño sacrificado la semana anterior. Esta noche es muy propicia para comunicarse con los espíritus de personas muertas.

Terminando el ritual de esa noche los miembros acostumbran permanecer en los cementerios hasta la mañana siguiente y se llegan a confundir con las personas que están en los cementerios en la mañana del primero de noviembre. Todas estas prácticas se encuentran hasta el día de hoy en vigencia.

Como apoyo a esto, se mencionan los diez días sagrados de los satanistas dedicados a la adoración a Satanás y a sus demonios:

  • Febrero 02
  • Febrero 14
  • Marzo 24
  • Mayo 01
  • Junio 24
  • Septiembre 24
  • Diciembre 25
  • Enero 1º, a la media noche, y por supuesto, todas las lunas llenas donde los demonios les dan a las personas el poder máximo en esa noche; también es el momento cuando se cumplen los encantamientos realizados al principio de mes.

Hay quien pueda creer que paganos y satanistas son diferentes. El lector podrá por su cuenta decidir quién sustenta y motiva ambos movimientos. O es Dios o no lo es.

Significado de la simbología de halloween

Las prácticas tradicionales asociadas al día de halloween pueden ser fácilmente identificadas con el ocultismo.

La jack o´lantern (una linterna construida con una vela dentro de una calabaza vacía), procede del cuento de un personaje llamado Jack, a quien no se le permitió entrar ni al cielo ni al infierno.

Condenado a vagar por la tierra como un espectro, Jack metió un carbón encendido en un nabo hueco, para alumbrarse el camino por la noche. Este talismán (que después se transformó en calabaza) simbolizaba un ánima condenada. Los colores anaranjado y negro también pueden remontarse a creencias ocultistas.

Iban ligados a misas conmemorativas por los difuntos, que se celebraba en noviembre. Las velas de cera de abeja sin blanquear, que se usaban en la ceremonia, eran anaranjadas, y los féretros ceremoniales se cubrían con una tela negra. Otros nexos evidentes entre halloween y el ocultismo son los siguientes:

  • Lámparas dentro de calabazas: Representan imágenes demoníacas
  • Media luna: Representa la magia
  • Manzanas: Para adivinar suertes
  • Murciélagos y lechuzas: Asociadas a la creencia de comunicación con los muertos
  • Fantasmas y duendes: Mensajeros privilegiados “especiales” para transitar entre los paganos
  • Gato negro: Reencarnación de los muertos malvados
  • Pentagrama con un círculo: Símbolo de protección
  • Escobas: Ejercitan la energía liberada
  • Esqueletos: Abundan entre el anochecer y las tinieblas de Halloween
  • Estrella de cinco picos con media luna: Representa la magia
  • Los disfraces de halloween: Podrían proceder de la idea de los druidas célticos. Según se cree, los participantes en una ceremonia usaban cabezas y pieles de animales para adquirir la fuerza del animal que representaban
  • La costumbre del “regalo o travesura”: Proviene de la tradición irlandesa en que un hombre conducía una procesión para recoger contribuciones de los labradores, para que los cultivos no quedaran malditos por los demonios
  • Pescar manzanas en un tonel con agua: Viene de una antigua práctica de adivinación del futuro. El participante que lograba agarrar una manzana con los dientes podía contar con que le saldría bien su romance con la persona de su elección
  • Las avellanas: Se usaban para la adivinación de asuntos amorosos
  • Algunas golosinas de halloween tenían objetos adentro que servían para adivinar el futuro

Halloween tiene otros aspectos negativos además de su trasfondo pagano en la brujería y su énfasis en el diablo y la oscuridad. Hay vándalos a quienes les interesa más el cometer fechorías que el recibir golosinas. A muchos padres de familia les preocupa que algún delincuente reparta dulces envenenados o golosinas que contienen alfileres y navajas. También está el peligro de que los conductores de autos no vean a los niños disfrazados que caminan por calles oscuras. Esos vínculos con el mal no sugieren que cualquier padre o madre que permite las celebraciones de halloween esté colaborando con el diablo, pero sería muy difícil encontrarle a halloween alguna virtud positiva. Su simbolismo incluye demonios, fantasmas, muerte, tinieblas, esqueletos, miedo y terror.

¿Qué referencia nos da la Palabra de Dios acerca de los disfraces?

1. Bíblicamente el disfraz tiene connotaciones satánicas:

  • 1ª Samuel 28:8, Saúl se disfrazó
  • 2ª Corintios 11:14, Satanás se disfraza como ángel de luz
  • 1ª Reyes 14:1-2, La mujer de Jeroboam
  • 1ª Reyes 20:38, Un profeta también se disfrazó para sentenciar a Acab
  • 1ª Reyes 22:30, Acab murió disfrazado
  • 2ª Crónicas 35:22 - Josías murió disfrazado

2. Dios no nos llama a disfrazarnos, sino a vestirnos:

  • La desnudez es símbolo de pecado
  • La solución humana es temporal
  • Dios viste a Adán y Eva con pieles, el sacrificio de una víctima inocente
  • Dios nos ofrece cinco vestidos
      • El ketoneh, es una túnica blanca de lino finísimo
      • El vestido del sacerdote
      • El vestido del rey
      • El vestido de guerra
      • El vestido de bodas

La pregunta “¿Qué tiene de malo?” sigue estando equivocada: No es un asunto cultural, es un problema espiritual.

Consecuencias de esta celebración

Todo lo relacionado con el día de las brujas está relacionado con el mundo escondido, oscuridad, muerte y temor en una forma, el temor de un opresor y Dios quiere que el oprimido sea libre. Una vida sin temor debe ser la marca de un verdadero discípulo de Jesús, no debemos temer a ningún otro dios.

Las consecuencias físicas que representa el halloween para los niños se pueden discernir fácilmente, sin embargo, los daños físicos no se comparan con los daños espirituales. Aún así, sea por su ignorancia o por amor a la tradición humana, muchos cristianos continúan tomando parte de sus actividades excusándose al decir: “Sólo lo hacemos para pasar un rato agradable y de todos modos los niños no saben la diferencia”. El deseo de pasarla bien a menudo se opone a lo que Jesucristo nos ordena. No debemos comprometer nuestro testimonio, sino que debemos abstenernos de todo lo que parezca malo (1ª Tesalonicenses 5.22), y hacer “… todo para la gloria de Dios”.

Sea que creamos o no en estas cosas, las tradiciones ligadas a esta festividad ocultista acarrean connotaciones diabólicas y lo importante es que debemos desenmascarar sus obras.

1. Estas prácticas paganas son condenadas por la palabra de Dios:

  • La brujería y la hechicería eran castigadas con la muerte (Éxodo 22.18)
  • El comunicarse con los espíritus bloquea nuestra comunión con el Señor (Levítico 20.6)
  • Todos los que acudieron a los médiums fueron descartados del pueblo (Levítico 20.6)
  • Es una obra de la carne (Gálatas 5.21)

2. Halloween: Dios nos ordena que no nos contaminemos con estas prácticas propias de gentes paganas; él aborrece que sus hijos participen de fiestas que no glorifican su nombre, y en el halloween en ningún momento se hace énfasis en algo positivo, sólo se glorifica a la muerte y todo símbolo de tipo satánico.

Día de Los Muertos: Dios establece que el hombre muere una vez y después de esto viene el juicio. Cuando se celebra el día de los muertos, realmente no es para esos seres queridos que han muerto, sino para el “dios de la muerte”, y Dios dice que él ya venció a la muerte por la resurrección de su Hijo Jesucristo. La Biblia afirma que en la tumba sólo está el polvo, pero el espíritu de la persona vuelve a Dios y no regresará sino hasta el día del juicio final. Esta celebración tiene estrecha relación con el halloween; no es coincidencia que una fiesta esté seguida de la otra y que el énfasis de la muerte predomine en ambas.

CONTENIDO DE LA BIBLIA SATÁNICA

Nueve declaraciones de la doctrina satánica

Hay una serie de declaraciones que los satanistas estarán proclamando esta noche como parte de la doctrina que se halla en la Biblia satánica, escritas por su fundador Antón LaVey y publicada en 1966:

1. Satanás es la existencia vital, en vez de los sueños espirituales

2. Satanás es la sabiduría no adulterada, en lugar del auto engaño hipócrita

3. Satanás es la indulgencia en lugar de la abstinencia

4. Satanás representa todos los supuestos pecados puesto que todos llevan a la gratificación física, mental o emocional

5. Satanás es la venganza en vez de poner la otra mejilla

6. Satanás es al hombre como simplemente otro animal

7. Satanás representa al ser responsable para con los responsables, en vez de mostrar interés en los vampiros psíquicos

8. Satanás representa la bondad a los que la merecen en vez de desperdiciar el amor a los ingratos

9. Satanás ha sido el mejor amigo que la iglesia haya tenido, puesto que él la ha mantenido ocupada todos estos años

Siete razones para no celebrar el halloween

1. NO es una actividad cristiana. Ninguna iglesia de denominación cristiana celebra esta fecha. Ni católicos, ni evangélicos, celebramos y nunca celebraremos una noche dedicada a la exaltación de la brujería en ninguna de sus formas

2. Va contra las enseñanzas de Jesús. Jesús está en contra de la brujería en todas sus formas: espiritismo, hechicería, adivinación, lectura de cartas, horóscopos, astrología y tantas máscaras con que se encubre la maldad. Éstas han sido declaradas enemigas de la Palabra de Dios desde tiempos muy remotos y van contra todas las enseñanzas de nuestro Señor, quien dice claramente que “… el que no está conmigo está contra mí”. Hay innumerables referencias bíblicas donde se condena el uso de todas estas clases de mal.

3. NO es una tradición chilena. Como ocurre siempre que se importan actos culturales diferentes a los nuestros, el verdadero significado queda relegado a una simple imitación. Jamás se ha celebrado como parte de nuestra cultura e idiosincrasia chilena una noche dedicada a las brujas.

4. Sirve para rendir culto a Satanás. Aunque en apariencia es una actividad recreativa y muy llamativa, sobre todo para los niños, su verdadero significado sigue oculto a nuestros ojos. En muchos países, incluyendo el nuestro, los grupos satánicos usan esa noche para un culto especial dedicado a Satanás, y en muchos países alrededor del mundo se hacen sacrificios humanos, sobre todo de niños que han sido secuestrados de sus hogares y que son ofrecidos como víctimas inocentes en una noche de lujuria, drogas, alcohol y toda clase de desenfrenos, en las llamadas “misas negras”.

5. Se opone al primer mandamiento. Este tipo de actividades, ni exalta el nombre de Jesús, ni tiene nada que ver con su Padre Celestial y mucho menos con el Santo Espíritu del Dios Altísimo. Por lo tanto, va en contraposición al primer mandamiento de amar a Dios con toda nuestra alma, nuestra mente, nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas, en fin con todo nuestro ser.

6. Participar es olvidarse de Dios. Participar quiere decir “ser parte de”. Si usted participa está siendo parte de esta tremenda responsabilidad espiritual: No sólo se está alejando u olvidando de la adoración al Dios Eterno e Inmortal, sino que está siendo parte de una actividad que glorifica a las brujas y a su padre Satanás.

7. Contamina y esclaviza a nuestros niños. No hay magia blanca y magia negra, no hay brujas buenas y brujas malas. Toda la actividad demoníaca se disfraza y se oculta para ganar adeptos y así muchas veces “vestimos” a nuestros niñitos como “brujitas” y “diablitos”.

Jesús dijo: “Dejad que los niños vengan a mí y no se lo impidáis, porque de los tales es el reino de los cielos”. ¿Llevaría usted a sus niños disfrazados ante Jesús y los podría presentar libremente y con su conciencia tranquila? Jesús necesita a sus niños libres de toda clase de máscaras y limpios de toda contaminación.

Conclusión

Cuando el hombre trata de tener comunión con el Señor por otros medios, utilizando más allá de sus cinco sentidos, entra en una dimensión sobrenatural y trasciende los límites de la misma.

Entra en contacto con seres invisibles pero con personalidad, fuerza e inteligencia que se mueven dentro y fuera de nuestra atmósfera y que engañan al hombre aparentando servir a Dios. ¿De dónde proceden estos seres? ¿Cuál es su origen?

La respuesta se encuentra en Ezequiel 28.12-19 e Isaías 14.12-17. Estos pasajes describen a Satanás, quien a pesar de haber tenido una condición privilegiada en todo lo que hacía, corrompió su esencia en un afán de poder, profanó su santidad. Su rebelión vino juntamente con su caída.

Conociendo de antemano cuál es su designio final, él trata de desviar la mirada del hombre para con Dios. ¡Despertemos! Satanás está activo en nuestros días. Los ejecutores de su plan están en plena operación y éstos trabajan en lo que es la magia negra y blanca, médiums, espiritistas y todo aquello que implica control mental.

Halloween es una celebración satánica que data aproximadamente 4.000 años atrás. De nosotros depende el ser luz para aquellos que están en tinieblas, cambiando esta costumbre por la verdad de Cristo Jesús. Hay una alternativa bíblica para sustituir halloween: un servicio en la iglesia que eduque a los cristianos respecto de éste y otros peligros y luego, tener alabanza, adoración y oración. Esta es una idea que ha tardado en ponerse en práctica. Pueden llevarse a cabo servicios para niños en los que la iglesia puede ayudar a los padres a educar a los niños de su responsabilidad de evitar aquello que parece malo.

Es el momento ideal para comparar nuestra fe con las creencias del mundo y ganar. Entonces, estaremos mostrándole a Dios nuestro compromiso en lo que a fidelidad se refiere, deseando pararnos en su justicia para que él reine en los corazones de todos los que nos rodean, porque seremos luz.

Este no es un asunto sin importancia. Satanás está vivo, y muchísimas almas se pierden diariamente. ¡Pero Dios también está vivo, y él está trabajando en su plan de redención! Si queremos ser parte del plan e, igualmente importante, si los padres de familia cristianos quieren que sus hijos sean parte de ese plan, debemos una vez y por todas dejar que Dios haga su voluntad a cualquier costo.

El 31 de octubre tú puedes hacer la diferencia en la vida de otra persona. Para que esto suceda, tú tienes la última palabra: “No participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendidas (Efesios 5.11).

jueves, 1 de octubre de 2009

EL LÍDER CRISTIANO FRENTE A LA POLÍTICA, ¿QUÉ HACER?

El pastor Roberto despertó una mañana con la idea de postular su nombre para Senador de la República. Lo murmuró en voz baja mientras se desperezaba en la cama. Su esposa lo oyó a medias y lo interrogó:

· ¿Qué estás diciendo?

· Que pienso lanzarme para ocupar un escaño en el Senado, respondió él.

· Perdóname, Roberto, pero estás loco, le dijo ella.

· Ya verás como tendrás en casa a un honorable legislador de la Patria, se defendió él, optimista.

Los siguientes cultos estuvieron acompañados de prédicas en las que hacía una viva defensa de su aspiración a ser Senador. Buscó en la Concordancia de la Biblia cuántos versículos podían encajar en su propósito, y los compartió con la feligresía.

clip_image002Desde ese momento enfiló baterías hacia la conquista de su objetivo. Varios colegas en el ministerio le refirieron la inconveniencia de su aspiración, que no era otra cosa que mezclar religión con política. Pero el reverendo Roberto, que a estas alturas había espiritualizado todas sus acciones, les reconvino diciéndoles que no se estaban moviendo en el plan perfecto de Dios.

Un fondo económico que iba a orientar para la compra de un terreno en la periferia, para proveer a una naciente iglesia, lo direccionó a su campaña.

Tres meses después, un domingo pasadas las seis de la tarde, comprobó que había perdido. No había sacado más de mil votos. Y se sumergió en una profunda depresión. Nada para él tenía sentido.

En la mira de todos

Ser cristiano no es fácil, sobre todo en una sociedad que exalta el placer antes que los valores morales. Quien profese fe en Jesús el Señor siempre estará expuesto a la mirada inquisidora de quienes le rodean. Si a esta actitud fisgona de quienes están alrededor sumamos la directa participación de creyentes en política, obtenemos un cóctel sumamente peligroso. Los incrédulos encontrarán argumentos suficientes para desacreditarnos y poner en tela de juicio el evangelio.

Cuando vamos a las Escrituras encontramos un pasaje sumamente interesante y, a la vez, revelador sobre el tema. El texto se encuentra en Mateo 22.15-21: “Entonces salieron los fariseos y tramaron cómo tenderle a Jesús una trampa con sus mismas palabras. Enviaron algunos de sus discípulos junto con los herodianos, los cuales le dijeron: Maestro, sabemos que eres un hombre íntegro y que enseñas el camino de Dios de acuerdo con la verdad. No te dejas influir por nadie porque no te fijas en las apariencias. Danos tu opinión: ¿Está permitido pagar impuestos al César o no?” (vs. 15-17, NVI).

Las líneas revelan una situación común también en nuestro tiempo. Quienes no creen en Jesús se unen en una causa común: perseguir a los fieles.

Recuerde que los fariseos eran una facción del judaísmo abiertamente contraria a la ocupación de Roma sobre territorio palestino. Los herodianos, por su parte, eran un partido político judío a favor de la continuidad de la dinastía de Herodes el Grande y, en esa época específica, apoyaban a Herodes Antipas. No obstante lo anterior, y a pesar de sus concepciones diametralmente opuestas, se unieron para atacar al Maestro.

La búsqueda de un motivo para acusarle iba acompañada de la adulación. De ahí que resaltan las características de Jesús: su integridad, que enseñaba el camino de Dios bajo el fundamento de la verdad y, por último, que no juzgaba por apariencias.

Sin duda en su vida ocurre igual. Hay quienes están próximos y buscan el más mínimo motivo para acusarle o, al menos, poner en tela de juicio su profesión de fe. ¿Cuántos dirigentes de partidos políticos, viendo el “arrastre” de ciertos líderes cristianos, no se han acercado con adulaciones y lisonjerías ofreciendo ser referentes de opinión, agentes de cambio, a favor de sus propios beneficios electorales? ¿Y cuántos ministros, seducidos, han caído en esta red? Y si no ellos, sus parientes, sus familias, sus más cercanos.

No permita que las críticas, las burlas o los señalamientos afecten su caminar con Jesucristo. Por el contrario, afírmese en Dios en oración y siga adelante. El propio Hijo de Dios no le temía a las artimañas que tenían en su contra: “Conociendo sus malas intenciones, Jesús replicó: ¡Hipócritas! ¿Por qué me tienden trampas?” (vs. 18, NVI).

Por supuesto, no estamos llamados a confrontar a todos quienes nos convierten en blanco de sus burlas o de comentarios malintencionados, pero cuando debemos dar fe de nuestras convicciones, hay que hacerlo con firmeza, puesta la mirada en Cristo.

¿Y la política?

Vamos ahora al centro del asunto. No he olvidado el tema que nos trajo a este estudio: La política, y de qué manera debe responder el cristiano.

El Señor Jesús dejó claro que son muy distintas las relaciones políticas y el ejercicio de nuestra fe en Dios. No está bien mezclar unas y otra.

El Maestro los conminó, diciendo: “Muéstrenme la moneda para el impuesto. Y se la enseñaron. ¿De quién son esta imagen y esta inscripción? -les preguntó. Del César, respondieron. Entonces denle al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios” (vs. 19-21, NVI).

Este pasaje lo desestiman y pretenden desconocerlo decenas de hombres y mujeres que, estando frente al pastorado o de una posición relevante, se lanzan tras la búsqueda de una posición significativa, acudiendo al ejercicio político para tal fin.

Es un texto con una alta carga política porque recuerde, los tributos que se cobraban a los judíos iban con destino a las arcas del César y con ellos se financiaban, de un lado, los templos paganos y, de otro, la vida decadente de la aristocracia romana.

A Dios lo que es de Dios, y al César lo que es del César. O somos o no somos. Quien pretenda ser político, por ética y con honestidad, debería renunciar a su cargo eclesial. Pero, ¿sabían que nadie lo hace? Su propósito es ser políticos, muchas veces a costa del sufragio de la feligresía, y seguir ejerciendo el ministerio. Pero aquí hay todavía una cuestión aún más importante: los dones son irrenunciables, y siendo el pastorado y los demás servicios dones venidos de Dios, es, por consecuencia, totalmente incompatible el ejercicio de la fe con la política, aún en su perspectiva más laica.

O somos políticos o somos ministros de Cristo. Es menester decidirnos. Pero no mezclar las cosas, porque el hacerlo resulta contraproducente y, sin duda, no honra a Dios. Pero cuidado, si se opta por la primera alternativa, renunciando a ser ministro de Cristo, ¿qué responderemos cuando se nos pregunte por el ejercicio de nuestros dones? ¿Los escondí? ¿Prioricé otras cosas? ¿Sentí el llamado al servicio público?

Los cristianos nos sujetamos a las autoridades y sin duda podemos participar en los procesos electorales ejerciendo nuestro derecho al voto, pero es abiertamente anticristiano que haya líderes que sigan ejerciendo el ministerio mientras hacen política, y de manera deliberada coaccionan a los creyentes para que los apoyen votando.

Soy chileno, amo a mi Dios y mi patria, entendiendo que finalmente mi ciudadanía está más allá, y me asombran los cálculos políticos de algunos. La zona predilecta de muchos “cristianitos” para incursionar en política es la zona del carbón en la octava región: Lota, Coronel, y las comunas aledañas, San Pedro, Hualpencillo, etc.. Según estudios, es la zona con más presencia de iglesias evangélicas en el país… ¡y se aprovechan de eso para postularse! Con la excusa de querer cambiar al país, de dar nuevos y frescos aires, de favorecer al pueblo evangélico, de legislar a su favor, en defensa de la vida, etc., etc. ¡Basta! Lo único que cambia al hombre es la Palabra de Dios, la predicación de ella en las plazas, en las radios, en la televisión, en todo lugar.

Es la comunión de los cristianos, el compartir el pan, hacer real el evangelio atendiendo a las necesidades de los que las tienen, no con promesas electorales, sino con hechos, eso es lo que cambia a mi país… porque finalmente, “…Dios añade a la iglesia a los que han de ser salvos…”. Y si en este “tirar la red” caen “peces” dirigentes políticos, senadores o diputados, ¡gloria a Dios! Que ellos sigan cumpliendo su trabajo, ahora con una nueva visión… nosotros seguimos haciendo el nuestro: predicar la Palabra de Dios.

viernes, 25 de septiembre de 2009

LA IMAGEN DE DIOS EN EL HOMBRE

Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza” (Génesis 5.1; 9.6; Eclesiastés 7.29; Hechos 17.26, 28, 29; 1ª Corintios 11.7; 2ª Corintios 3.18; 4.4; Efesios 4.24; Colosenses 1.15; 3.10; Santiago 3.9; Isaías 43.7; Efesios 2.10). El hombre fue creado a la imagen de Dios; se lo hizo a semejanza de Dios en carácter y personalidad. Y a través de las Sagradas Escrituras el nivel y objetivo sentado ante el hombre es el de ser como Dios (Levítico 19.2; Mateo 5.45, 48; Efesios 5.1). Y ser semejante a Dios significa se semejante a Cristo, que es la imagen del Dios invisible.

Consideremos algunos de los elementos que constituyen la imagen divina en el hombre:

  1. Parentesco con Dios

La relación de las criaturas vivas con Dios consistió en la obediencia ciega a los instintos implantados en ellas por el Creador; pero la vida que inspiraba al hombre era un resultado verdadero de la personalidad de Dios. El hombre realmente tiene un cuerpo que fue hecho del polvo de la tierra; pero Dios sopló en él el hálito de vida (Génesis 2.7), dotándole de esa manera con una naturaleza capaz de conocer, de amar y de servir a Dios. Por su imagen divina todos los hombres son, por la creación, hijos de Dios; pero puesto que la imagen ha sido empañada por el pecado, el hombre debe ser “recreado” o nacer de nuevo (Efesios 4.24) para ser en realidad hijo de Dios.

Un estudioso del idioma griego ha señalado el hecho de que uno de los vocablos griegos para describir al hombre (antrophos) es una combinación de palabras que significan literalmente “el que mira hacia arriba”. El hombre es un ser que ora, y hay momentos en la vida del hombre más feroz cuando clama a algún poder superior solicitando ayuda. El hombre quizá no entienda la grandeza de su posición, y de ahí que quizá se convierta en algo como una bestia que perece (Salmos 49.20), pero no es una bestia. Aún en su estado de degeneración es testigo de su noble origen, puesto que una bestia no puede degenerarse. Por ejemplo, sería absurdo pensar de una persona que le rogara a un tigre diciendo: “¡Ahora, compórtate como un tigre!”. Siempre fue y siempre será un tigre. Pero el llamado de “¡compórtate como un hombre!” lleva en sí, implícito, un verdadero significado para aquel que ha caído de su sitial. No importa cuán bajo haya caído, sabe qué conducta debiera haber seguido.

  1. Carácter moral

El reconocimiento del bien y del mal pertenece sólo al hombre. Se le puede enseñar a un animal a que no haga ciertas cosas, pero no las hará porque sepa distinguir entre lo bueno y lo malo, sino simplemente porque sabe que tal cosa no agrada a su amo. En otras palabras, los animales no poseen naturaleza religiosa o moral; no son capaces de absorber verdades relativas a Dios y la moral.

  1. Razón

El animal es una simple criatura de la naturaleza; el hombre está por encima de la naturaleza, es superior a ella. El hombre es capaz de reflexionar y razonar con respecto a las causas de las cosas. Pensemos en los inventos maravillosos que han sido ideados por el hombre: el reloj, el microscopio, los buques a vapor, el telégrafo, la radio, la máquina de sumar y muchos otros. Miremos a la estructura toda de la civilización levantada por las diversas artes. Consideremos los libros que se han escrito, la poesía y la música que se han compuesto. Y luego adoremos al Creador por el don maravilloso de la razón. La tragedia de la historia reside en el hecho de que el hombre ha empleado sus dotes divinos para fines destructores, hasta para negar al Creador que lo hizo una criatura pensante.

  1. Capacidad para ser inmortal

El árbol de la vida plantado en el huerto del Edén, indica que el hombre nunca hubiera muerto si no hubiera desobedecido a Dios. Cristo vino al mundo para traer alimento de vida y ponerlo a nuestro alcance, de manera que no tenemos que perecer, sino vivir para siempre.

  1. Dominio sobre la tierra

El hombre estaba destinado a ser la imagen de Dios en lo que respecta señorío; y puesto que nadie puede ejercer soberanía sin súbditos ni reino, Dios le dio gente tanto como imperio: “Y los bendijo Dios; y les dijo: Fructificad y multiplicaos, llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra” (cf. Salmos 8.5-8). En virtud de los poderes que se derivan a raíz del hecho de haber sido formado a la imagen de Dios, todos los seres vivientes sobre la tierra fueron entregados al hombre. Iba a ser el representante visible de Dios con relación a las criaturas que le rodeaban.

El hombre ha colmado la tierra con sus producciones. Tiene el privilegio especial de sojuzgar los poderes de la naturaleza. Ha hecho que el relámpago sea su mensajero, ha rodeado el globo terráqueo, se ha elevado hasta las nubes y explorado las profundidades oceánicas. Ha hecho que la naturaleza se vuelva contra sí misma; ha ordenado que el viento le ayude al hacer frente a los peligros de mar. Y aunque es maravilloso el dominio de hombre sobre lo externo, la naturaleza muerta, más maravilloso aún es su dominio sobre la naturaleza animada. Ver al halcón, en la caza deportiva, retornar al halconero y depositar a sus pies la presa, cuando tiene ante sus ojos la libertad de un cielo abierto; ver a los galgos que emplean su velocidad para cazar liebres y conejos que no son para ellos sino para sus dueños; ver al camello transportando al hombre a través del desierto, su habitación, todo ello demuestra la habilidad creadora del hombre, y su parecido con Dios el Creador.

La caída del hombre dio como resultado la pérdida o daño de la imagen divina. Ello no significa que los poderes mentales y físicos (del alma) del hombre se perdieran, sino que la inocencia original y la integridad moral en la cual fue creado fue perdida por su desobediencia. De ahí que el hombre sea completamente incapaz de salvarse a sí mismo y sin esperanzas fuera de un acto de gracia que le restaurará la imagen divina.

§§§§§§§§§§§§§§§§§Juan

“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente” (1ª Corintios 2.14).

Natural aquí es la traducción de “psychikós”, y se refiere a quien está dominado por su psyche, o sea “alma” natural (el principio vital o de individualidad que el ser humano comparte con los animales, aunque su alma está imbuida de un orden de inteligencia superior). El psychikós es el ser humano nacido una sola vez, el hombre natural y caído, muerto en delitos y pecados, sin esperanza y sin Dios (Efesios 2.1, 12).

Ha de distinguirse claramente el hombre natural de aquél que la Biblia llama carnal. El hombre carnal (sarkikós) es un cristiano no sometido a Cristo plenamente, que vive principalmente dominado por su naturaleza carnal (véase por ejemplo, 1ª Corintios 3.3). En cambio, el hombre natural está sin discernimiento espiritual, porque lo ha cegado el príncipe de este mundo (Juan 12.40; 2ª Corintios 4.4; 1ª Juan 2.11).

“De manera que yo, hermanos, no pude hablaros como a espirituales, sino como a carnales, como a niños en Cristo… porque aún sois carnales; pues habiendo entre vosotros celos, contiendas y disensiones, ¿no sois carnales, y andáis como hombres?” (1ª Corintios 3.1, 3).

Las Escrituras diferencian entre dos maneras cristianas de andar. A una se le denomina carnal y a la otra espiritual. El creyente carnal es aquél convertido cuya vida es carnal, porque está bajo el dominio del sarx (sarx = carne), su naturaleza de autoconfianza y autocomplacencia. Por lo tanto, no anda en plena comunión con el Señor Jesús ni está enteramente sometido al Espíritu de Dios. No está lleno del Espíritu, aunque debiera estarlo (Efesios 5.18); su vida tampoco refleja el fruto del Espíritu (Gálatas 5.22-23).

El cristiano espiritual (pneumatikós ) es aquél cuya vida está rendida a Dios, a cuya voluntad está sujeta la propia. Está lleno de Espíritu y quienes lo rodean pueden ver las pruebas de su vitalidad espiritual, porque produce el fruto del Espíritu en su vida.

LA SANIDAD DIVINA

Lucas Juan Wesley anotó en su diario no menos de 240 casos de sanidad divina con relación a su ministerio. Si este don divino se perdió por la incredulidad, es razonable esperar que sólo será restituido por la fe.

Desde la época de los apóstoles, hasta nuestros días, ha habido personas que han confiado implícitamente en el Señor Jesús para la sanidad de sus cuerpos, y allí donde ha habido fe, se han operado milagros en el nombre del Señor Jesús, semejantes a los que se registran en las páginas del Nuevo Testamento.

Hacia fines del siglo antepasado, unos cuantos creyentes, cual luminarias en la noche, predicaron y atestiguaron con respecto a la gracia sanadora del Señor Jesucristo, pero no fue sino hasta después del derramamiento del Espíritu Santo en el siglo pasado que el número de testigos fue lo suficientemente grande como para atraer la atención del público en general. Durante los decenios pasados, la sanidad divina ocupó un lugar de preponderancia, y por cada uno que creía en dicha doctrina hace un siglo, son miles lo que creen en ella en la actualidad.

Los creyentes pentecostales aceptan por unanimidad la doctrina de la sanidad divina y casi todos ellos la han experimentado, y muchos que no son pentecostales creen, sin embargo, en la sanidad divina de los enfermos mediante la oración de fe, y se suscribirán sin vacilación a las siguientes proposiciones:

1. La enfermedad y la muerte han descendido sobre la familia humana debido al pecado

Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron” (Romanos 5.12, RVR 1960)

 

Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad , porque todos pecaron” (Romanos 5.12, NVI)

2. Ni la enfermedad ni la muerte son bendiciones, sino maldiciones permitidas por Dios sobre el hombre como consecuencia del pecado y la desobediencia

Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador” (Éxodo 15.26, RVR 1960; cf. con Deuteronomio 28.15-68)

 

Yo soy el Señor su Dios. Si escuchan mi voz y hacen lo que yo considero justo, y si cumplen mis leyes y mandamientos, no traeré sobre ustedes ninguna de las enfermedades que traje sobre los egipcios. Yo soy el Señor, que les devuelve la salud” (Éxodo 15.26, NVI; cf. con Deuteronomio 28.15-68)

3. No es Dios, sino el diablo, el autor de la enfermedad y la muerte

… cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10.38, RVR 1960)

 

Me refiero a Jesús de Nazaret: cómo lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y cómo anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él” (Hechos 10.38, NVI)

     

… y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios… Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?” (Lucas 13.11-13, 16, RVR 1960)

 

… y estaba allí una mujer que por causa de un demonio llevaba dieciocho años enferma. Andaba encorvada y de ningún modo podía enderezarse. Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer quedas libre de tu enfermedad. Al mismo tiempo, puso las manos sobre ella, y al instante la mujer se enderezó y empezó a alabar a Dios… Sin embargo, a esta mujer, que es hija de Abraham, y a quién Satanás tenía atada durante dieciocho largos años, ¿no se le debía quitar esta cadena en sábado?” (Lucas 13.11-13, 16, NVI)

     

Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre” (Hebreos 2.14-15, RVR 1960)

 

Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, él también compartió esa naturaleza humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte, es decir, al diablo, y librar a todos los que por temor a la muerte estaban sometidos a esclavitud durante toda la vida” (Hebreos 2.14-15, NVI)

     

El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo” (1ª Juan 3.8, RVR 1960)

 

El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo” (1ª Juan 3.8, NVI)

4. Cristo fue hecho maldición por nosotros, a fin de que quedáramos liberados de la maldición del pecado

Porque todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición, pues escrito está: Maldito todo aquel que no permaneciere en todas las cosas escritas en el libro de la ley, para hacerlas. Y que por la ley ninguno de justifica para con Dios, es evidente, porque: El justo por la fe vivirá; y la ley no es de fe, sino que dice: El que hiciere estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu” (Gálatas 3.10-14, RVR 1960)

 

Todos los que viven por las obras que demanda la ley están bajo maldición, porque está escrito: Maldito sea quien no practique fielmente todo lo que está escrito en el libro de la ley. Ahora bien, es evidente que por la ley nadie es justificado delante de Dios, porque el justo vivirá por la fe. La ley no se basa en la fe; por el contrario, quien practique estas cosas vivirá por ellas. Cristo nos rescató de la maldición de la ley al hacerse maldición por nosotros, pues está escrito: Maldito todo el que es colgado de un madero. Así sucedió, para que, por medio de Cristo Jesús, la bendición prometida a Abraham llegara a las naciones, y para que por la fe recibiéramos el Espíritu según la promesa” (Gálatas 3.10-14, NVI)

5. En la expiación se establece una estipulación amplia para nuestra sanidad física, como también para nuestra liberación de la culpabilidad, penalidad y poder del pecado

Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53.4-5, RVR 1960)

 

Ciertamente él cargó nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores, pero nosotros lo consideramos herido, golpeado por Dios, y humillado. Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados” (Isaías 53.4-5, NVI)

     

… para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: Él mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias” (Mateo 8.17, RVR 1960)

 

Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: Él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores” (Mateo 8.17, NVI)

     

… quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados” (1ª Pedro 2.24, RVR 1960)

 

Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados” (1ª Pedro 2.24, NVI)

6. Los beneficios de la expiación se obtienen únicamente por la fe, y se le otorgan al creyente sólo cuando éste se apropia de ellos por la fe

En Marcos 10.51 el Señor hace la siguiente pregunta: “¿Qué quieres que te haga?”. Y asimismo expresa: “Conforme a vuestra fe os sea hecho” (Marcos 9.29).

7. La sanidad divina es parte integral del evangelio

El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor” (Lucas 4.18-19, RVR 1960)

 

El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas nuevas a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos, a pregonar el año del favor del Señor” (Lucas 4.18-19, NVI)

     

Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia” (Mateo 10.7-8, RVR 1960)

 

Dondequiera que vayan, prediquen este mensaje: El reino de los cielos está cerca. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, limpien de su enfermedad a los que tienen lepra, expulsen a los demonios. Lo que ustedes recibieron gratis, denlo gratuitamente” (Mateo 10.7-8, NVI)

     

… y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios” (Lucas 10.9, RVR 1960)

 

Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: El reino de Dios ya está cerca de ustedes” (Lucas 10.9, NVI)

     

Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán… Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén” (Marcos 16.15-18, 20, RVR 1960)

 

Les dijo: Vayan por todo el mundo y anuncien las buenas nuevas a toda criatura. El que crea y sea bautizado será salvo, pero el que no crea será condenado. Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en nuevas lenguas; tomarán en sus manos serpientes; y cuando beban algo venenoso, no les hará daño alguno; pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos recobrarán la salud… Los discípulos salieron y predicaron por todas partes, y el Señor los ayudaba en la obra y confirmaba su palabra con las señales que la acompañaban” (Marcos 16.15-18, 20, NVI)

8. Dios quiere sanar a todos los enfermos, pues se nos dice que tanto el Señor Jesús como los apóstoles sanaron a todos los que se les acercaron pidiendo la salud

Y cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; y con la palabra echó fuera a los demonios, y sanó a todos los enfermos…” (Mateo 8.16, RVR 1960)

 

Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y con una sola palabra expulsó a los espíritus, y sanó a todos los enfermos” (Mateo 8.16, NVI)

     

Y por la mano de los apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón… tanto que sacaban los enfermos a las calles, y los ponían en camas y lechos, para que al pasar Pedro, al menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Y aún de las ciudades vecinas muchos venían a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; y todos eran sanados” (Hechos 5.12, 15-16, RVR 1960)

 

Por medio de los apóstoles ocurrían muchas señales y prodigios entre el pueblo; y todos los creyentes se reunían de común acuerdo en el Pórtico de Salomón… Era tal la multitud de hombres y mujeres, que hasta sacaban a los enfermos a las plazas y los ponían en colchonetas y camillas para que, al pasar Pedro, por lo menos su sombra cayera sobre alguno de ellos. También de los pueblos vecinos a Jerusalén, acudían multitudes que llevaban personas enfermas y atormentadas por espíritus malignos, y todas eran sanadas” (Hechos 5.12, 15-16, NVI)

9. El Señor Jesucristo encomendó el ministerio de la sanidad primero a los doce, luego a los setenta, más tarde a toda la iglesia y finalmente a cada creyente en particular

De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el hijo” (Juan 14.12-13, RVR 1960)

 

Ciertamente les aseguro que el que cree en mí las obras que yo hago también él las hará, y aún las hará mayores, porque yo vuelvo al Padre. Cualquier cosa que ustedes pidan en mi nombre, yo la haré; así será glorificado el Padre en el Hijo” (Juan 14.12-13, NVI)

10. Las últimas palabras del Señor Jesús, antes de ascender al cielo, constituyen una promesa permanente relativa a su poder sanador

Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán” (Marcos 16.17-18, RVR 1960)

 

Estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en nuevas lenguas; tomarán en sus manos serpientes; y cuando beban algo venenoso, no les hará daño alguno; pondrán las manos sobre los enfermos, y éstos recobrarán la salud” (Marcos 16.17-18, NVI)

… y luego Santiago agrega…

   

¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados” (Santiago 5.14-15, RVR 1960)

 

¿Está enfermo alguno de ustedes? Haga llamar a los ancianos de la iglesia para que oren por él y lo unjan con aceite en el nombre del Señor. La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y si ha pecado, su pecado se le perdonará” (Santiago 5.14-15, NVI)

11. Ningún hombre, iglesia, rey o potentado tiene derecho alguno a revocar las órdenes de Dios

12. El Señor Jesucristo sana a los enfermos en la actualidad. Toda vez que se cumplen sus mandatos, se manifiestan las obras extraordinarias del Señor Jesús

CONCLUSIÓN

En esa misa hora sanó a muchos de enfermedades y plagas y de espíritus malos, y a muchos ciegos les dio la vista. Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, haced saber a Juan lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio…” (Lucas 7.21-22).

¡Proclamemos a todos en general las nuevas relativas a la sanidad!